Una acumulación de sangre en frente de la porción coloreada del ojo, normalmente como consecuencia de un traumatismo en el ojo. La hifemia puede obstruir el flujo de humor acuoso y llevar a un aumento de la presión dentro del ojo (glaucoma). La presión incrementada puede producir daño permanente.
Dolor en el ojo, enrojecimiento de la región frontal del ojo, visión borrosa, náuseas, vómitos.
Puede que no sea necesario realizar ningún tratamiento, pero dependerá de la severidad de la lesión. El tratamiento bajo control médico puede incluir: poner un parche en el ojo, colirios para reducir la inflamación y/o la presión del ojo, drenaje de la sangre del ojo, y/o cirugía.
Pruebas diagnósticas: Se realizará una revisión de la historia clínica y un examen físico. Con una lámpara de hendidura se realizará un examen del ojo y una medición de la presión ocular. Pruebas adicionales que pueden ser necesarias: tonometría. Especialidades: oftalmología.
Un grave trauma ocular podría provocar fracturas orbitales, una ruptura del globo ocular, una neuropatía óptica traumática o ...