¿Volcarte en el trabajo en síntoma de depresión?

No tiene por qué. El trabajo es uno de los aspectos de la vida humana más importantes. Es fuente no solo de ingresos económicos, también de relaciones sociales, de estímulos de muchos tipos, tanto externos, como internos: por ejemplo el reconocimiento por parte de los demás de la labor que uno desempeña, que es muy gratificante, etc. Puede también ser el trabajo o más bien, el trabajo como exclusividad, una excusa para no resolver ciertos problemas relacionados con las relaciones personales en general o con una (pareja) o algunas (miembros de la familia) en particular, por los motivos que sea, que habrá que plantearse y resolver, antes o después, para precisamente, no caer en una depresión. Hay que tener en cuenta que la depresión es una enfermedad incapacitante en alto grado.

Volcarse demasiado en el trabajo muestra una baja autoestima. En ocasiones se crea una imagen como protección, para que no nos hagan daño y sobre todo para aparentar que no tenemos problemas de inseguridad.Es una máscara con la que tapar debilidades, sentirse a salvo y que los demás no se den cuenta de las carencias o sensaciones de debilidad.Se crea una apariencia, en una o en varias áreas de la vida, para compensar la debilidad o carencia de alguna habilidad. En ocasiones una persona puede tener una alta autoestima laboral y ser realmente competente en su trabajo, pero puede tener un déficit en el área personal y no saber relacionarse o tener problemas para encontrar pareja.