Una epilepsia no diagnosticada ni tratada, ¿puede ocasionar episodios de agresión? ¿Puede el paciente no tener conciencia de ello?

Es una situación que no es habitual, pero tampoco imposible. La epilepsia se caracteriza por una descarga anormal en ciertos focos que habitualmente causa movimientos tónico-clónicos por afectar a los centros del movimiento; ahora bien, a veces, estos focos no se localizan en la corteza motora, sino en el lóbulo frontal, responsable de la inhibición de los impulsos y del control del comportamiento, así como la memoria. En este caso, si se produce la activación de un foco epileptógeno en esta zona, pueden producirse conductas anormales, psicóticas e incluso agresivas, y el paciente puede no recordarlas o no tener conciencia de ellas. No obstante, es un diagnóstico que precisa estar bien documentado (Al menos con un electroencefalograma compatible) por sus posibles connotaciones legales.