Tengo roces constantes con mi pareja pero la quiero mucho, ¿qué puedo hacer?

El primer paso es, como siempre, hablarlo directamente con tu pareja. Valorar entre los dos el origen de estos roces y si entre los dos podéis resolverlos, pues está claro que a tí te produce malestar. Si ambos coincidís y a los dos os resulta incómodo el hecho de tener roces constantes y veis que no podéis resolverlo entre vosotros, entonces podéis sopesar la posibilidad de acudir a un especialista en terapia de pareja.

Las discusiones en la pareja se producen cuando ambos miembros defienden opiniones o intereses opuestos o simplemente diferentes. En estos casos hay que intentar respetar el punto de vista del otro y no dar el propio como el adecuado o el correcto porque muchas veces no es cuestión de quién tenga razón sino de que las opiniones difieren. Además de escuchar a la otra persona también conviene actuar con asertividad defendiendo los propios derechos sin violar los del compañero o compañera. Enfadarse como forma de solucionar los problemas daña las relaciones y a largo plazo puede tener consecuencias negativas para la pareja. La comunicación es recíproca de forma que lo que le hagas al otro potencia que él te lo haga a tí, por ello intentamos potenciar los comentarios y acciones positivas.