Este tipo de artrosis puede producir picos óseos
(osteofitos) que cierran el orificio por el que pasan las raíces nerviosas que
salen de la médula, pinzándolas.
Los síntomas más frecuentes son rigidez de cuello, crujidos, y dolor cervical. El dolor se produce por
diversas causas, entre ellas la contractura refleja de los músculos del cuello
y el sufrimiento de las articulaciones dañadas.
Cuando se produce
pinzamiento de una raíz nerviosa los problemas pueden afectar desde el hombro hasta
los dedos: dolor, hormigueos, pérdida
de fuerza o de sensibilidad. Es excepcional que origine mareos o sensación de inestabilidad (ocurre si las arterias vertebrales son comprimidas por los osteofitos). Normalmente ocurre por problemas neurológicos, de visión o de oído.