¿Puedo ir a correr con espondilitis anquilosante?.

Es fundamental en el tratamiento de la espondilitis realizar ejercicios físicos reglados y ejercicios respiratorios para fortalecer la espalda, evitar la rigidez y la pérdida de movilidad de la columna vertebral. Los más recomendables son los ejercicios que permitan la extensión de la espalda, y mantengan la movilidad de hombros y caderas. Así, la natación es el mejor, porque se ejercitan de una forma equilibrada todos los músculos y articulaciones de la espalda, susceptibles de lesionarse por la enfermedad. Correr y practicar bicicleta pueden ser otra opción. Se deben evitar deportes y ejercicios de contacto y colisión física, por la posibilidad de traumatismo articular y óseo, o deportes que obliguen a la flexión continua de la espalda, como el golf.