¿Es bueno que un chico de 21 años con síndrome guilles de la tourette y trastorno disocial de la personalidad entre en la cárcel para enseñarle a controlar sus impulsos agresivos?
María José Díez Alonso respondió:
Psicóloga (Astorga)La causa de su condena a una pena, es el hecho de haber cometido algún hecho delictivo. La cárcel no tiene como principal objetivo el tratamiento de los síntomas de uno o más trastornos, sino la reparación de un daño; en este sentido, mi opinión es que esta persona debe recibir tratamiento psiquiátrico y psicológico, si bien a la hora de plantear su defensa se puede considerar el hecho de padecer estos trastornos como eximentes de culpa parciales o totales. Un saludo
Ibán López Arrivas respondió:
Psicólogo (Córdoba)Pues no soy experto en como puede afectar la carcel en este caso. Pero claro está que la carcel no es un buen lugar para la salud psicológica o emocional. Se rompen rutinas, se pierden alicientes, se acaban proyectos vitales, se pierde la libertad y la autonomía, afectado a la autoestima, se pierde en gran parte la identidad personal, y se pierden los lazos sociales. Todo esto afecta a cualquier persona, a una persona con enfermedad mental o con problemas psicológicos afectará mucho más
Xavier Rodríguez Lucas respondió:
Psicólogo (Barcelona)Bueno, como sabrás entrar en la cárcel no suele significar nada bueno. En primer lugar porque, salvo excepciones, es consecuencia de haber cometido uno o más delitos, y en segundo lugar porque la estancia en la cárcel es una experiencia nada recomendable, desde luego. Aunque se quiera presentar como una institución orientada a la rehabilitación, es una institución eminentemente castigadora y que puede suponer un elemento estigmatizador añadido para aquél que pase por ella. Eso no quiere decir que en ocasiones cumpla su cometido, pero intuyo que esto es consecuencia más bien del interés y la voluntad del individuo que de la naturaleza de la institución. Ahora bien, una cosa está clara, si alguien ha cometido un delito, ha de responder y cumplir por ello, de eso no hay duda.
Lourdes Trillo respondió:
Psicóloga (Málaga)Es obvio que el ingreso en prisión no es, ni pretende ser, una medida terapeutica para enseñar a una persona a controlar sus impulsos agresivos. La carcel no es el ámbito adecuado para tratar trastornos psicológicos, pero cuando se impone una pena de privación de libertad es como consecuencia de una conducta sancionada como delictiva y se supone que se han tenido en cuenta todas las circunstancias (médicas, psicológicas, etc.) que han podido influir en el comportamiento del individuo. En cualquier caso, los centros penitenciarios suelen contar con un equipo técnico (médico, psicólogo, trabajador social ...) que pueden atender a los reclusos con problemas de salud fisica o mental o derivar a tratamiento externo.
Antonio Martín Rodríguez respondió:
Psicólogo (Madrid)Para nadie es bueno que entre en la cárcel, lo mejor es tratar siempre al paciente desde la libertad. El síndrome de Tourette puede ser tratado desde muchas ópticas distintas, pero lo más importante es abordar los síntomas obsesivos compulsivos. El trastorno disocial debería ser atendido con técnicas cognitivas y emocionales.