¿Es bueno consentirle algún que otro capricho a mi hijo?
Paulino del Campo Redondo respondió:
Psicólogo (Madrid)¿Porqué no? Lo que no sería recomendable ni razonable sería no concederle ningún capricho a tu hijo. Si le concedes todos los caprichos estarás educando un niño que cuando se enfrenta a la frustración por no conseguir lo que desea o por tener que esforzarse para obtenerlo no podrá tolerarlo y responderá con rabia o depresión. Si no le concedes ninguno, crecerá posiblemente pensando que no merece nada, que no es querido y que todo está fuera de su alcance. Como casi siempre, un termino medio es lo más adecuado y por supuesto depende de que tipo de caprichos, si son excesivamente caros, inútiles o que pueden perjudicar aspectos que consideramos importantes,mejor hacerle pensar si realmente merece la pena el capricho y fomentar el debate.
Dra. Analy Werbin respondió:
Psiquiatra (Málaga)Habría que definir "capricho" y saber la edad que tiene su hijo para darle una respuesta correcta. Sin esos datos es imposible contestarle, lo siento mucho.
Judit March Fuentes respondió:
Psicóloga (Barcelona)Buenas tardes. No es malo consentir algún capricho de manera puntual o a modo de recompensa cuando el niño o niña ha hecho algo para obtener aquello que desea, lo que no pueden hacer unos padres es consentirle al niño de manera sistemática y recurrente, una cosa es consentir y la otra malcriar. Los especialistas creemos que es bueno que los pequeños no sientan que pueden tener cualquier cosa que quieran fácilmente, porque de esa manera no aprenden a valorarla.
Rocio Mederos Machin respondió:
Psicóloga (Las Palmas)Buenas tardes, Es muy natural que los padres quieran hacer regalos a sus hijos o consentirlos alguna que otra vez. Además en ocasiones sirve para reforzar alguna buena conducta del niño o niña. Sin embargo un gesto así no debería convertirse en hábito, porque podría acabar siendo una herramienta del niño para manipular a los padres o viceversa. Así que, siempre que lo creas correcto dale a tu hij@ algún capricho pero manteniendo bien los límites de lo que puedas dar y lo que él o ella puede recibir.