Las pruebas de despistaje son fundamentales en la detección precoz de
complicaciones de la diabetes, ayudando a tomar las medidas oportunas y
prevenir daños severos. Como mínimo, deben consistir en:
- Examen de fondo de ojo anual, mediante exploración por un oftalmólogo experto o retinografía digital para detectar retinopatía diabética
- Examen de pies anual, con palpación de pulsos y exploración de la sensibilidad para detectar problemas circulatorios (Arteriopatía periférica) y neuropatía diabética
- Análisis al menos anual con determinación de creatinina en sangre y albúmina en orina, para detectar la nefropatía diabética
También sería recomendable una exploración anual por parte de un odontólogo, dada la alta incidencia de gingivitis y enfermedad periodontal.