Después de que te introduzcan un balón intragástrico, ¿se nota algo? ¿tiene algún peligro? ¿puede producir úlceras?

Tras la colocación, los efectos secundarios más frecuentes son las náuseas y los vómitos (99% de los pacientes), que suelen comenzar a las 4-5 horas de la colocación y pueden prolongarse durante 4-5 días; en un 8.9% persisten tras la primera semana. Característicamente la respuesta al tratamiento antiemético es pobre, y en un 30% de casos se acompañan de dolor epigástrico. El discomfort abdominal está presente en el 5% de pacientes. Puede producir úlceras en un 0.1% de forma precoz y en un 0.4% de forma tardía, esofagitis, gastritis y síndrome de Mallory-Weiss. También, aunque afortunadamente en muy pocos casos, puede provocar perforaciones gástricas (0.1% de casos), obstrucción intestinal (0.6-0.8%), deshidratación (1.6%)... En un 4.2% debe retirarse precozmente por las complicaciones.