La testosterona, a dosis fisiológicas) es la responsable en el varón del desarrollo y mantenimiento de los caracteres sexuales secundarios:
- Aparición y aumento del vello corporal, y distribución masculina del mismo (Barba, brazos, tórax, espalda y miembros)
- Tonalidad masculina de la voz (Tono grave)
- Desarrollo de la musculatura (Anabolismo muscular) y aumento del metabolismo basal y de la termogénesis
- Desarrollo y crecimiento de los órganos sexuales masculinos, así como del deseo sexual y de la libido.
Además, en el varón en periodo puberal, la testosterona juega un importante papel en el crecimiento: aunque puede acelerar el mismo, cierra las epífisis o zonas de crecimiento del hueso, por lo que en cierto sentido su concentración marca el final del mismo.