Una vez inoculado el virus de la rabia, el paciente pasa por cuatro fases distintas:
- Fase de incubación: Dura entre 60 días y 1 año y es asintomática.
- Fase prodrómica: Dura entre 2 y 10 días. Aparecen síntomas inespecíficos.
- Fase neurológica: Dura entre 2 y 7 días. Afecta al cerebro. El
paciente puede manifestar hiperactividad, ansiedad, depresión, delirio,
sentimientos de violencia, ganas de atacar, parálisis, espasmos
faríngeos (horror al agua).
- Fase de coma: Dura entre 1 y 10 días. El paciente entra en coma y
finalmente muere por paro cardíaco, o bien por infecciones secundarias.
A partir de la segunda fase, es mortal en el 99,9% de los casos. La única opción de tratamiento es suministrar inmunoglobulinas e inyectar una vacuna contra el virus, eficaz sólo durante la primera fase.