Presoterapia

La presoterapia es un método terapéutico que utiliza aire a presión para forzar el retorno de líquido a los vasos, es decir, aumenta el drenaje linfático y venoso mejorando así la circulación sanguínea y reduciendo la acumulación de líquidos. Desde el punto de vista médico es interesante su aplicación en pacientes  hipertensos o enfermos de diabetes y tiene otros beneficios en el campo de la estética y la cosmética para la eliminación o reducción de edemas venosos, linfoedemas, varices y en la reducción de la celulitis dando como resultado la mejora del aspecto y elasticidad de la piel. Este método para reducir la celulitis cuenta con la ventaja de no ser tan invasivo como la mesoterapia, que requiere la inyección de sustancias en la piel y busca el mismo resultado.  

El tratamiento de presoterapia consiste en introducir la extremidad o parte del cuerpo de interés (principalmente piernas, brazos o abdomen) en una bota, manguito o faja de doble pared compuestas por diferentes cámaras neumáticas que gracias a un compresor se llenarán o vaciarán de aire a presión de un forma controlada alternando períodos de compresión y relajamiento. La presión y el tiempo de masaje se programan en función de las necesidades y requerimientos de cada paciente.

Sin embargo, entre la lista de contraindicaciones podemos encontrar su aplicación en personas con problemas circulatorios o cardíacos graves (pacientes con marcapasos, o que sufren de trombosis, insuficiencia cardiaca o circulatoria, tensión muy alta o baja de una forma extrema), personas que padecen algún tipo de infección cutánea en la zona a tratar y, también, está contraindicada en personas que siguen tratamientos oncológicos. En el caso de embarazadas la presoterapia está permitida en las extremidades, mientras que no lo está en la zona abdominal, siempre y cuando el tratamiento esté controlado por su ginecólogo.