Un trastorno del hígado que persiste durante un largo periodo de tiempo, resultando en una destrucción progresiva del hígado. En las últimas etapas los pacientes pueden tener problemas de coagulación de la sangre, y pueden sufrir confusión. Existen muchas causas que pueden ir provocando el trastorno a lo largo del tiempo, siendo el abuso de alcohol y las infecciones víricas las más comunes.
Dolor abdominal, expansión del abdomen, aparecen hemorragias con facilidad, vómitos, confusión, piel amarillenta, debilidad.
El tratamiento dependerá del motivo del fallo hepático y del alcance del daño, el médico especialista puede prescribir: diuréticos para la sobrecarga de fluidos, hemoderivados o vitamina K para las hemorragias y/o antibióticos para la infección. Puede ser recomendable la cirugía en algunos casos o incluso un trasplante de hígado.
Pruebas diagnósticas: Se realizará un examen físico y una revisión de la historia clínica. Entre las pruebas adicionales tenemos: análisis de sangre para determinar la causa y severidad del daño del hígado, y escáneres de imagen del hígado obtenidos con ultrasonidos, IRM, o TC. Pruebas: Conteo sanguíneo completo (CBC), panel metabólico completo (CMP) y ultrasonidos. Pruebas adicionales que pueden resultar necesarias: perfil hepático, tiempo de protrombina. Especialidades: medicina de familia, gastroenterología, medicina interna y cirugía de trasplantes.
Dr. Juan Corroto ha contestado a:
No le daría alergia el gadolinio, ya que son dos sustancias con propiedades químicas diferentes. En términos generales ...
Dra. Eulalia Gil González ha contestado a:
Sí. Es recomendable vacunarse frente al virus de la hepatitis B, a no ser que exista en su ...