LA AGNOSIA
Caras nuevas, objetos desconocidos, sonidos que no somos capaces de identificar e incluso sabores novedosos son experiencias por las que todos atravesamos, sin embargo, cuando estas respuestas se producen ante personas conocidas, objetos de uso cotidiano o voces de familiares nos encontraremos probablemente con alguno de los trastornos relacionados con la agnosia.
La agnosia se define como la incapacidad para reconocer estímulos que antes sí conocíamos e incluso la falta de capacidad para aprender otros nuevos. Lo llamativo en estos casos es que no existe ninguna deficiencia de tipo sensorial (vemos y oímos perfectamente), del lenguaje ni intelectual.
La agnosia y sus diferentes tipos, son síntomas de otros trastornos y enfermedades complejas entre las que podemos encontrar la enfermedad de alzheimer, las demencias, la enfermedad de Huntington, los traumatismos craneoencefálicos producidos por accidentes, accidentes cerebrovasculares (ictus), intoxicación por sustancias como el CO (monóxido de carbono) y otros desórdenes neurológicos.
Percibimos a través de nuestros sentidos pero es nuestro cerebro quien nos informa de lo que estamos percibiendo y le dota de sentido e historia. De este modo por ejemplo, cuando percibimos un objeto cotidiano como puede ser un bolígrafo accedemos a dos tipos de información almacenada en nuestra memoria a largo plazo:
Cuando no existe agnosia somos capaces de identificar ambos tipos de información prácticamente sin ningún esfuerzo. Por el contrario, ante casos severos de agnosia será como si nos presentaran el objeto por primera vez. No sabremos lo que es, por lo que no es difícil imaginar el grado de interferencia que puede ocasionar en nuestra vida diaria.
Como ya hemos comentado anteriormente, existen diferentes tipos de agnosia que pueden diferenciarse en función de la modalidad en la que se presenta el estímulo a reconocer. Las principales son:
El tratamiento en este tipo de trastornos suele ser multicompetente ya que la agnosia no suele presentarse de manera aislada, sino que existen otros tipos de alteraciones. En función del caso concreto el objetivo puede ser recuperar capacidades perdidas o bien mantener las actuales y prevenir la pérdida progresiva y la velocidad en la que se produce. Por tanto, cobra especial importancia la rehabilitación cognitiva llevada a cabo de manera conjunta por neurólogos y psicólogos, donde se trabaja principalmente la memoria, la orientación, la atención, concentración, capacidad de razonamiento, la escritura o el lenguaje y además se trabaja a nivel emocional con psicoterapia para reducir el impacto del trastorno tanto en el propio paciente como en los familiares y mejorar su calidad de vida.
Paula Maria Fuertes Silva ha contestado a:
Agnosia: la interrupción en la capacidad para reconocer estímulos previamente aprendidos, o de aprender nuevos estímulos, sin haber ...
Dr. Santiago Cerpa Manito ha contestado a:
Buenos días: la prosopagnosia es una forma específica de la agnosia visual consistente en que los pacientes ven ...
Rocío López González ha contestado a:
La apraxia sería la pérdida de la capacidad para realizar secuencias de movimientos voluntarios y propositivos previamente aprendidas, ...
Raúl Gutiérrez Izquierdo ha contestado a:
Buenos días, la afasia es un problema en la recepción (no entendemos lo que escuchamos) o en la ...