El adenocarcinoma es un tipo concreto de cáncer, que se origina en las células que forman el revestimiento interno de las glándulas de secreción externa, es decir, las encargadas de verter los productos que generan la luz glandular. Estas células se encuentran en mayor probabilidad de entrar en estados patológicos, dado que se encuentran continuamente en división celular y presentan mayor riesgo de mutaciones. Los adenocarcinomas más comunes son:
Los síntomas del adenocarcinoma varían según el órgano afectado, siendo los más pequeños a veces ausentes de sintomatología. A medida que el tumor crece, puede perforar un vaso sanguíneo y causar sangrado. Para llevar a cabo el diagnóstico del adenocarcinoma, se harán unas pruebas determinadas, en función de la localización del cáncer. Por un lado, se puede usar la biopsia, que consiste en la extracción de tejido de la zona afectada para ser examinada. La tomografía computerizada (TC) usa un sistema tridimensional para obtener imágenes de alta resolución de los órganos corporales. En este caso, también se pueden usar para ver la efectividad del tratamiento. Por último, también se puede llevar a cabo el diagnóstico a través de resonancia magnética (RM), que usa ondas de radiofrecuencia para crear imágenes seccionales de partes del cuerpo.
Entre las opciones de tratamiento para el adenocarcinoma, también se encuentran distintas opciones en función de tejido afectado. Por un lado, se puede aplicar cirugía, en la que se extrae el tejido glandular y circundante. La terapia radiológica es también común en el tratamiento de la patología, y se puede aplicar en combinación con la cirugía o la quimioterapia. Este tipo de tratamiento hace uso de la guía mediante imágenes para focalizar la radiación en la zona afectada. Por último, la quimioterapia trata el adenocarcinoma con medicamentos que destruyen químicamente las células, ya sea a través del cuerpo o en un área específica. En algunos casos, la quimioterapia se puede usar en combinación con las anteriores técnicas de tratamiento.
El éxito del tratamiento dependerá de lo pronto que se haya administrado la atención médica y del tejido afectado; por ejemplo, la esperanza de vida después de padecer cáncer de mama está en aumento, mientras que las del adenocarcinoma del cuello de útero son muy bajas. La prevención del adenocarcinoma es difícil, pero se pueden adoptar ciertos hábitos saludables que reducen el riesgo de padecerlo, así como evitar fumar, limitar el uso del alcohol, dieta rica en verduras y frutas, practicar ejercicio regularmente, etc.
Dr. Eloy Vivas Vargas ha contestado a:
Seria importante saber que tipo de cirugía prostática se ha realizado su marido. Si se le ha realizado ...
Dr. Antonio Jesús Martínez Ortega ha contestado a:
Si el adenocarcinoma se encuentra adecuadamente tratado o incluso curado, por regla general salvo que el estado físico ...
Dr. Antonio Jesús Martínez Ortega ha contestado a:
Lo primero que debe tener en cuenta que el valor de PSA puede aumentar de forma transitoria por ...